Recortegrande_4

Bonito gesto del gobierno argentino, que publicó el viernes en El País, de Madrid, este aviso de página entera, en el que agradecía a España por haberles dado "hogar y trabajo" a los exiliados post-golpe del 76 (hacer click arriba para verlo grande).

El aviso, que sólo se publicó en El País —por motivos que incluyen la empatía ideológica pero también el costo-beneficio: el diario de Prisa es con mucha diferencia el más vendido de España—, casi no habla de política y es poco más que una cadena de lugares comunes —¿hasta cuándo durará la provinciana pedorrada de poner "Dr." antes de los nombres?—, pero aún así es simpático.

Tiene un poco de esa entrañable tartamudez del kirchnerismo, aun para los piropos, y provoca el cariño que uno siente por aquel que la pifia también cuando tiene buenas intenciones. Sobre todo en la referencia a "La Nación Española", todo con mayúscula, un concepto casi prohibido en la España mainstream y al que sólo algunos derechistas con pocas aduanas morales se animan a invocar en público. España está hace dos años discutiendo a los gritos si Cataluña puede incluir en su nuevo estatuto la palabra "nación", qué constituye una nación, ¿es lo mismo un idioma que una nación?, yo quiero mi nación. Decir "Nación Española" —el nombre oficial es ‘Reino de España’; aunque el preámbulo de la Constitución sí dice "Nación Española"— es considerado, quizás exageradamente, quizás no, poco menos que franquista, sobre todo en la nube demográfica-cultural que orbita alrededor de El País. Pero los españoles, que nos conocen, que saben que somos un poco berretas-chapuzas, seguro que no se enojarán por nuestra incorrección política: soltarán una media sonrisa, con el superioridad bienintencionada del padre que reconoce el esfuerzo del hijo a pesar de las dos o tres faltas de ortografía. (Similar perplejidad debe haber causado la despedida, en negrita, de "Que Dios bendiga al pueblo español", salutación que los Estados seculares prefieren evitar, pero bué, la inercia y un paradigma burocrático cincuentista provocan estas cosas.)

No es importante, tan sólo una gacetilla inofensiva, pero muestra el calorcito que a los Kirchner les producen las palabras "nación", "dios" y "pueblo"  y lo que hoy decía Beatriz Sarlo en Perfil: no tenemos un gobierno refinado intelectualmente. Qué vachaché.

(Scan vía PeriodistaDigital)

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